mércores, 17 de xuño de 2020

Desde el corazón, para ENZO

Marga es la madre de Enzo, y nos ha hecho llegar esta carta de su profe para compartir con todos vosotros un montón de emociones, esta es la carta de una persona que vino con los brazos abiertos y el corazón lleno de esperanzas, con ganas de aprender y enseñar,  dejando atrás  todos los miedos. 

Necesitamos muchas más personas como ella en nuestras vidas, mil gracias de parte de todas las familias de ANEDIA. 


Esta no es una carta de despedida, es una carta de agradecimiento.

En mi primer año como funcionaria, estando un año “completo” en un colegio y por encima, en un aula específica, no sabía ni qué me iba a encontrar ni a que me tendría que enfrentar. Pero, tuve suerte, ¡conocí a Enzo!

Y también a su mamá, Marga. Al principio creo que las dos teníamos algo de incertidumbre de a que nos íbamos enfrentar… Pero, qué fácil fue todo.

Confianza, fue lo que tuvimos desde un primer momento y la mente muy abierta para experimentar con nuevos proyectos, conocer y aprender de manera recíproca.

Enzo es un niño CON autismo, como bien dice su mamá…pero a mayores, trae sorpresa: tiene diabetes. Y corroboro que no de las facilitas.

Cuanto he aprendido sobre este tema y aquí toda mi gratitud a Marga, que me guió en todo el proceso. Casi me he convertido en una experta, se podría decir.

Que Enzo confíe sin problema en que lo pinche y yo, tener la seguridad para hacerlo, nos beneficia y enriquece a los dos.

¡Una muy BUENA experiencia sin duda!

Al principio a Enzo y a mí, nos costó conocernos. Establecer rutinas, retarnos para ver hasta donde podíamos tirar, hacer solo lo que él quería…se podría decir que casi duró un trimestre. Pero luchamos y los dos acabamos aceptando que si trabajábamos, los dos ganábamos.

En el segundo trimestre, los avances, desde mi punto de vista, fueron espectaculares. Conseguir que Enzo estuviera sentado 50 minutos, trabajando como un auténtico campeón, fue posible, con mucho esfuerzo ¡por parte de los dos! En el ámbito curricular, espectacular. Nada más que añadir. Hemos conseguido mucho, y seguiremos consiguiéndolo.

No quiero señalar nada más en el aspecto curricular, porque para su familia como para mí, creo que su día a día, desenvolver su autonomía y autoestima, es lo que de verdad nos importa. Y este punto en  común, es lo que más nos ha hecho avanzar, sin ninguna duda.

Estas palabras, son para Enzo.

 Incertidumbre, miedo, frustración, alegría, tristeza, entusiasmo, felicidad…creo que son algunas de las emociones que hemos vivido juntos. Aunque Enzo no lo exteriorice, estoy segura de que es así.

Y por cada una de estas, doy las gracias, por no rendirnos y seguir adelante. Hemos sido un equipo, un MUY BUEN EQUIPO.

He aprendido tanto, tantísimo con él, y tengo la suerte de poder seguir haciéndolo. De que me siga sorprendiendo, otro curso más, y ayudarle a guiar tus propios pasos, y a crecer como persona los dos.

Tenemos la errónea concepción de que somos los maestros los que enseñamos al alumnado, pero casi estoy segura, de que en este caso, he sido yo la que más he aprendido con él. Con su eterna sonrisa de pillo, con sus enfados y frustraciones, y con la vuelta a la calma.

Y por último, para terminar, dar las gracias al trabajo de su familia, en especial a Marga. Una madre luchadora, persistente, justa, ilusionada pero prudente,  ayudante, generosa, activa…

Ha demostrado ser el timón de su familia. Atenta con Enzo y con sus niñas, y no dudo que también lo sea con el resto de su familia.

Es complicado conseguir que una madre se preocupe y se vuelque tantísimo en su hijo, en todos los aspectos de su vida, pero que también confíe en los educadores, terapeutas, logopedas…de su hijo.

Trabajar en consonancia, cooperando y luchando juntas, ha hecho que todo sea mucho más fácil. Peca de prudente, aunque entiendo que la vida ha hecho que sea así, pero confía en su hijo, en su potencial y en que logrará mucho más, algo que intento recordarle todos los días, ya que si conocierais a Enzo, también lo afirmaríais.

En esta cuarentena, hemos tenido que adaptarnos y Marga sin duda, ha trabajado de manera increíble rozando el agotamiento y le ha dedicado más tiempo del que seguramente ella dispone. Solo tengo dos palabras, ADMIRACIÓN y RESPETO.

Como siempre le digo, no soy madre, pero Enzo es lo más parecido que tengo, y siempre lo cuidaré y guiar é de la mejor manera posible, cómo ella lo hace.

Estas palabras, son una manera de agradecer todas las experiencias vividas este año ya que siento que he crecido mucho como persona y espero que Enzo y su familia, también lo hayan sentido así.

Y, por último, algo que me hace muy feliz,¡NOS_VEMOS_EN_SEPTIEMBRE!



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